martes, 10 de junio de 2008

Aborto inseguro: grupo de alto riesgo


Aborto inseguro: Grupos de Alto Riesgo


Adolescentes. Aunque la mayoría de las mujeres que solicitan abortos
están casadas o viven en uniones estables y ya tienen hijos, en el mundo
han aumentado considerablemente los casos de abortos entre las
adolescentes, particularmente en los lugares donde el aborto es
ilegal. Cada año, al menos 4 millones de abortos inseguros ocurren
entre las adolescentes de 15 a 19 años, muchos de los cuales terminan en muerte o daños irreparables que incluyen infertilidad1. Más de un
tercio de las muertes maternas entre las adolescentes de Chile y
Argentina, se produce como resultado de un aborto inseguro. En Perú,
un tercio de las mujeres que son hospitalizadas por complicaciones
relacionadas con aborto tiene entre 15 y 24 años.
El hecho de que las adolescentes tienen menos acceso a servicios de salud e información de calidad y de carácter confidencial, incluyendo
anticonceptivos, las coloca en la categoría de riesgo de un embarazo no deseado y, por consiguiente, de un aborto inseguro. Especialmente las
adolescentes de escasos medios económicos tienen menos contactos sociales, difícil acceso a transporte y medios financieros para obtener abortos seguros en comparación con las mujeres de mayor edad.


Bajo ingreso económico y lugar de residencia. Las mujeres pobres también
corren el riesgo de obtener un aborto inseguro, ya que a diferencia de aquellas con mayores recursos financieros, tampoco tienen acceso a
información, servicios y medios económicos para obtener un aborto
seguro. Del mismo modo, aquellas mujeres que viven en pueblos pequeños y alejados de la ciudad también forman parte de este grupo de riesgo.
En las zonas urbanas de Latinoamérica y el Caribe, donde existe un mayor acceso a lugares para obtener abortos, las mujeres que tienen mayores recursos económicos generalmente acuden a profesionales de salud
capacitados, mientras que la mayoría de las mujeres pobres se dirigen a personas sin capacitación o se provocan el aborto ellas mismas.
Las mujeres de las zonas rurales, que por lo general viven en condiciones de pobreza, se provocan el aborto ellas mismas o buscan la
ayuda de personas del entorno pobremente entrenadas.
Los profesionales de salud estiman que sólo una de cada veinte mujeres pobres de zonas rurales acude a profesional de salud capacitado para obtener un aborto seguro.


Consecuencias para la salud de un aborto inseguro

Cada año, millones de mujeres que viven en países con legislaciones restrictivas solicitan abortos a pesar de las prohibiciones legales. Como
consecuencia, la mayor parte de los abortos inducidos en América Latina se producen en clínicas clandestinas, sin condiciones de antisepsia suficiente y sin personal entrenado para proveer un servicio de aborto seguro que proteja la vida de la mujer.
En América Latina y el Caribe, 5,000 mujeres mueren cada año debido a complicaciones relacionadas con abortos inseguros (más
de un quinto del total de muertes maternas), representando el más alto
porcentaje (21%) entre las regiones a nivel mundial. También se estima
que, en la región, 800.000 mujeres de bajos recursos económicos son
hospitalizadas por complicaciones relacionadas con un aborto inseguro.
En 1996, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indicó que el aborto es la causa primordial de mortalidad materna en Argentina, Chile, Guatemala, Panamá, Paraguay y Perù. El aborto es la segunda causa de muerte en Costa Rica y tercera causa en Bolivia, Brasil, Colombia,
Ecuador, El Salvador, Honduras, México y Nicaragua.
De todas las mujeres que se someten a un aborto en condiciones de riesgo, entre el 10% y el 50% necesitan atención médica para el tratamiento de las complicaciones, entre las que prevalecen:
abortos incompletos, sepsis, hemorragia y lesiones intrabdominales, al
igual que complicaciones infecciosas que pueden dejar en la mujer
secuelas crónicas conducentes a la esterilidad, embarazo ectópico y
enfermedad inlfamatoria pélvica crónica.
El aborto provocado, cuando es realizado legalmente, tampoco es causa de complicaciones graves. En los Estados Unidos, la muerte materna por aborto legal es de 1,4 por cada 100.000 abortos. Por el contrario, cuando el aborto es practicado de manera ilegal, la mortalidad materna es de 500 por cada 100.000 abortos.
En la Argentina, pese a las fuertes restricciones morales, sociales y legales, y a las graves penalizaciones impuestas por la Ley tanto a los que realizan como a las que solicitan o consienten un aborto, las prácticas abortivas clandestinas son de un volumen significativo.

La clandestinidad misma del aborto provocado en nuestro país, hace que sea imposible conocer exactamente su magnitud. Sin embargo numerosos estudios basados en análisis estadísticos y encuestas obtenidos en maternidades y aún publicados oficialmente por el Ministerio de Salud y Acción Social (“Estadísticas Vitales” para 1995) establecen cifras que oscilan entre los 300.000 y 500.000 abortos provocados anuales. Ello significa que se practican en nuestro medio alrededor de 500 abortos por cada 1000 nacidos vivos.


En la Argentina los abortos son la primera causa de mortalidad materna. Se estima que entre el 35 y el 45 % de las muertes maternas en nuestro país se deben a complicaciones del aborto inducido. Ello explica la alta tasa de mortalidad materna en nuestro país, que alcanza el 50 por 100.000 nacidos vivos, lo que no se corresponde con el nivel de alfabetización, atención médica y nivel socioeconómico.

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